El reto de las viviendas sostenibles: buenas para el medio ambiente y el bolsillo

La sostenibilidad está en boca de todos, y el sector inmobiliario tiene mucho que decir en el desafío de lograr un crecimiento económico que no comprometa el futuro del planeta para las generaciones futuras. El reto de preservar el medio ambiente en el que se halla inmerso actualmente el mercado aporta, además, bienestar al comprador de una vivienda, ya que puede disfrutar de inmuebles más eficientes y ahorrar en su factura energética. En la imagen, Célere Villaverde, promoción que logró el año pasado ahorrar un 25% en el uso de energía gracias a la geotermia.

La sostenibilidad es uno de los nuevos mantras que dominan y conducen la actuación en el sector inmobiliario, confirma Mencía Barreiros, directora de Marketing, Comunicación y Research de JLL, un concepto que “pese a la percepción popular, implica mucho más que el respeto al medioambiente y abarca también nociones como la integración, la accesibilidad, el impulso cultural o la eliminación de barreras, tanto físicas como intangibles”. Remarcan desde la consultora que “hoy, ser sostenible en el mercado inmobiliario se entiende como un agente que opera con unos criterios autoimpuestos medioambientales y sociales que marcan su día a día”.

Vía Célere informa de que “la construcción de edificios y obras de ingeniería civil representan el 20% del consumo total de energía y de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo”

El compromiso del sector para lograr un mundo más sostenible es esencial, ya que la Agencia Internacional de la Energía apunta que “la energía incorporada y las emisiones de gases de efecto invernadero debidas a la construcción de edificios y obras de ingeniería civil representan el 20% del consumo total de energía y de las emisiones del mundo”. Un perjuicio para el medio ambiente al que habría que sumar los efectos negativos que provocan los inmuebles residenciales durante toda su vida útil.

Lo recordaba recientemente el Observatorio de Sostenibilidad Ambiental de la Edificación Residencial impulsado por Vía Célere, la Universidad Autónoma de Madrid y la Fundación de la UAM. Dicho observatorio también ha calculado cuántos gases de efecto invernadero -como CO2- se generan al construir un complejo residencial, incluyendo desde la extracción de los materiales hasta la finalización del edificio. Y los datos son reveladores: cada metro cuadrado construido en edificación residencial supone 441 Kg de CO2 equivalentes.

Asimismo, la investigación señala que el 70% de la emisión de gases de efecto invernadero son consecuencia de los procesos de extracción y fabricación del acero y el cemento, dos materiales básicos en la construcción de los edificios. Mientras que el propio proceso constructivo genera el 4,4% del total.

El reto del siglo

Con estas cifras sobre la mesa no es de extrañar que el sector inmobiliario viva una importante transformación, tal y como recalca David Rocha, director técnico de Habitat Inmobiliaria, quien destaca que “uno de los cambios más significativos se ha producido en la mentalidad y estrategia de las compañías, que han entendido la sostenibilidad y eficiencia como una parte fundamental para poder evolucionar y formar parte de la sociedad futura”.

Y es que “sin duda alguna, preservar el medio ambiente es uno de los grandes retos del siglo XXI” que implica a todos los sectores de actividad de una economía, subraya Estefanía Alcarazo, directora de Proyectos y Sostenibilidad de Metrovacesa. “Por ello, en Metrovacesa consideramos como sostenible todas aquellas prácticas enfocadas al desarrollo de proyectos de una manera socialmente responsable, con el objetivo de proteger el medio ambiente, tratando de reducir el impacto negativo de nuestras operaciones, y haciendo un uso eficiente de los recursos”, señalan.

Consciente de lo que está en juego, el sector inmobiliario fue “una de las primeras industrias en interpretar y adaptarse a las demandas generales en torno a la sostenibilidad”, como apunta Mencía Barreiros, que hace notar que “desde hace décadas se han generado respuestas en forma de economías más circulares, reciclaje de materiales, optimización de recursos naturales, eliminación de barreras o fomento a la creación de comunidades, entre otras muchas”.

Agenda 2030

El marco de valores de referencia que tienen los profesionales inmobiliarios para ser sostenibles son los objetivos de la Agenda 2030 que hacen referencia principalmente al cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS), que se han configurado como uno de los grandes desafíos del siglo, afirma Mencía Barreiros. Y “para poder resolver estos retos, las empresas y las administraciones públicas debemos asumir este marco de actuación y contribuir al cumplimiento de la agenda”, precisa Estefanía Alcarazo.

Residencial La Campiña Inmoglaciar
“Residencial La Campiña” de Inmoglaciar tiene ventilación ecoeficiente con recuperadores de calor.

En este sentido, Luis Cabrera, director Energía y Sostenibilidad de CBRE España manifiesta que “los compromisos por parte de la Unión Europea de reducir el 40% de emisiones de CO2 en el 2030 y de convertirse en neutral en emisiones de carbono para el 2050 suponen un enorme reto para el sector inmobiliario que “debe diseñar una estrategia para la mitigación del cambio climático a través de la eficiencia energética, la producción de energías renovables y la implantación de planes de movilidad sostenible”.

Un compromiso que, según el experto de CBRE, debe estar presente “desde la fase de diseño y la ejecución de proyecto y donde se tendrá en cuenta el impacto del activo durante toda su vida útil”, contemplando a futuro “aspectos como la movilidad de sus usuarios, la huella de carbono de los materiales de construcción, la gestión de residuos, la huella hídrica y, en definitiva, cualquier variable con el fin de evitar el impacto negativo en la sociedad”, apunta Cabrera.

Por ello, las principales empresas de la industria inmobiliaria del país trabajan para alinear sus actividades con los ODS de la Agenda 2030, como constata Jaime Fernández, gerente de Asprima, quien declara que “para cumplir con la Agenda 2030 hay un creciente número de empresas vinculadas a la industria inmobiliaria que han puesto el foco de actuación en la generación de valor, a través de la rehabilitación y la regeneración urbana, marcándose objetivos razonables que contribuyan a la construcción de un parque totalmente eficiente, desde los materiales que se utilizan en su construcción como en los procesos en sí, como es el caso de la industrialización, aunque aún queda mucho por hacer”.

“En España, más de la mitad de las viviendas se construyeron antes de 1980 y el 20% superan los 50 años de antigüedad por lo que son muy poco eficientes”, según Asprima

Sin embargo, el representante de la asociación de promotores madrileños advierte de que, “para lograr los propósitos y retos marcados, el sector requiere de los apoyos suficientes por parte de la Administración Pública”, por lo que “el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, en el que se traza la estrategia de la descarbonización de la economía española en los próximos años, no debe quedarse en una declaración de buenas intenciones”, subraya.

Avisa el gerente de Asprima que ante el escenario que se plantea se requiere la concreción de acciones para que dicho objetivo llegue a materializarse en la fecha marcada.
Un programa de acciones concretas que es muy necesario dado que a “escala europea, casi el 50% de la energía se destina a calefacción y refrigeración y, en concreto, el 80% es consumido por los edificios”. Especialmente en España donde -recuerda Jaime Fernández- “más de la mitad de las viviendas se construyeron con anterioridad a 1980 y el 20% superan los 50 años de antigüedad, es decir, son edificaciones muy poco eficientes”.

Estrategia común

Desde el sector insisten en que su evolución y transformación hacia la sostenibilidad nació antes de implantarse iniciativas públicas como la Agenda 2030 y también remarcan en que dichos objetivos deben abordarse desde la unidad y que la colaboración público-privada resulta imprescindible para poder superarlos.

Un llamamiento a la cohesión que también hacen desde la Asociación de Promotores de Madrid: “Para lograr estos objetivos es necesario definir estrategias comunes para que todos los actores implicados vayamos en la misma dirección, esto es, el crecimiento de las ciudades en cuanto a la concentración, un aprovechamiento más eficiente de los recursos y la estandarización de medidas que pasen por el consumo responsable de las materias primas”.

En opinión de Víctor Pérez, consejero delegado ASG Homes, “la Agenda 2030 ha proporcionado un modelo para una prosperidad compartida en un mundo sostenible desde su creación en el año 2015”. Y subraya que “lograr los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenibles, requiere la creación de unas alianzas y unas estrategias comunes para que todos trabajemos en una misma dirección, realizando un aprovechamiento eficiente de los recursos y consumo responsable de las materias primas”.

Habitat La Florida - Oviedo
Entre las características de Habitat La Florida en Oviedo, destaca la certificación energética A y aislamiento por el exterior (SATE).

En la idea de que el sector camine unido y en la misma dirección también pone el acento Juan Galbis, Spain Asset Manager Director de Stoneweg. “Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son sin duda un reto, pero también una gran oportunidad para el sector. En una industria que se caracteriza por operar con estrategias independientes, los ODS pueden ayudar a impulsar una nueva forma de trabajar, más cohesionada y como consecuencia, con un mayor impacto a nivel económico, medioambiental y social”, apunta Galbis.

En este sentido, Galbis incide en que el grado de cumplimiento de los ODS vendrá determinado por los compromisos que asuman todos los actores de la industria, para lo cual considera “imprescindible marcar metas realistas y contar con los medios necesarios”.

Conciencia social

Pero no solo las normativas internacionales empujan al sector a la sostenibilidad, sino también la exigencia de propios compradores de inmuebles. “La Unión Europea exige edificios con un consumo energético casi nulo, con el objetivo claro de promover el crecimiento de las fuentes de energías renovables y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”, pero también lo demanda una parte importante de la sociedad que “está familiarizada con el concepto de la certificación energética de sus viviendas, y con el ahorro económico que esto supone en el uso diario de las mismas”, aclara Raúl Guerrero Juanes, consejero delegado de Gestilar.

ASG Homes recuerda que “lograr los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenibles, requiere la creación de unas alianzas y unas estrategias comunes para que todos trabajemos en una misma dirección”

Y esto es así porque “la sociedad actual está mucho más comprometida en el cuidado y respeto del medio ambiente, y el hogar y la ciudad donde viven debe responder a esa preocupación”, expone el director general de Negocio de Neinor Homes, Gabriel Sánchez.

Una realidad que constata el máximo responsable de ASG Homes. “Los compradores buscan una oferta residencial respetuosa con el medio ambiente y con la sociedad en su conjunto. Se preocupan por factores como la sostenibilidad, la gestión eficiente de los recursos o la accesibilidad y esto se ve reflejado en sus criterios de compra de viviendas por lo que nosotros, debemos de ser capaces de ofrecer a nuestros clientes un producto final que se adapte a sus necesidades y las exigencias de la sociedad”, explica Víctor Pérez.

Insistiendo desde esta promotora en que son los principales actores del mercado los que se han “autoimpuesto’ “el corresponder a la sociedad, no solo con la calidad de nuestros inmuebles, sino siendo respetuosos con el medioambiente e integrando nuestros desarrollos en sus comunidades con un sentido cultural, patrimonial y social”.

Para Ignacio Moreno, consejero delegado de Inmoglaciar ser sostenible en el mercado inmobiliario es “adquirir un compromiso con el medio ambiente y el futuro.

“Es un punto a considerar como un beneficio social y no económico, y en el caso de Inmoglaciar está en nuestro ADN fomentar el desarrollo sostenible, es decir, intentamos asegurarnos de que dar satisfacción a las necesidades del presente no comprometa la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas”, argumenta Moreno.

Dicho desarrollo sostenible se consigue -en opinión de Neinor Homes- llevando a cabo “un proceso de promoción inmobiliaria acorde al medio ambiente por parte de todos los intervinientes, que se aplique a todas las fases de la cadena de valor, yendo desde la fase de diseño hasta la entrega final de la vivienda, pasando por la ejecución de la obra”.

Ello significa, en palabras de José María G. Romojaro, director técnico de Aedas Homes, “un firme compromiso para alcanzar un impacto medioambiental nulo, una apuesta por la descarbonización del sector. Es decir, promover viviendas que respeten el medio ambiente durante todo el ciclo de vida del edificio, desde el proceso de construcción y durante toda su vida útil posterior”.

Tendencia imparable

Debido al consenso que existe en el sector sobre la importancia de la construcción sostenible es “raro, por no decir imposible, cruzarse hoy en día con un proyecto inmobiliario de desarrollo o de renovación que no se diseñe con la obtención de un reconocimiento BREEAM o LEEDs como objetivo, una realidad que se repite en todos los segmentos del sector”, afirman desde la consultora JLL.

Residencial España, de ASG Homes
Residencial España, de ASG Homes, cuenta con un sistema energético que aprovecha el calor de la tierra para uso doméstico.

Igualmente, CBRE atestigua que en España cada vez hay más proyectos que incorporan estándares de sostenibilidad que van más allá de la eficiencia energética o producción de energías renovables.

“Numerosos edificios cumplen con el nuevo Código Técnico sobre edificios de consumo de energía casi nulo. Cumplen con criterios de arquitectura pasiva, alta eficiencia en instalaciones y producción de energía renovables. Además, tienen en cuenta tanto la huella de carbono de todo su ciclo de vida, desde la fabricación de materiales hasta su operación y demolición”, precisa Luis Cabrera, quien añade que “algunos de los proyectos ya están teniendo en cuenta en su diseño el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas”.

Para JLL, «la sostenibilidad implica mucho más que el respeto al medioambiente y abarca también nociones como la integración, la accesibilidad, el impulso cultural o la eliminación de barreras, tanto físicas como intangibles»

Una situación que ira a más, tal y como pronostican desde Neinor Homes, dado que “la sostenibilidad no es una apuesta sino una tendencia imparable que todas las compañías del sector deben asumir, y esta creación de valor en los proyectos se irá viendo paso a paso”. Gabriel Sánchez asegura que, desde la fundación de la compañía, el 59% de las promociones lanzadas (142 promociones) han incluido los requisitos para obtener la certificación BREEAM® de sostenibilidad en nivel ‘Bueno’ o ‘Muy Bueno’ desde la fase de diseño, lo que supone más de 7.600 viviendas.

Y añade que, del total de promociones finalizadas, 22 promociones han conseguido el certificado final en BREEAM®, 18 en nivel ‘Bueno’ y cuatro en ‘Muy Bueno’, lo que supone 1.470 viviendas certificadas. Poniendo como ejemplo promociones como Riverside Homes en Madrid, o Natura Homes en Urduliz, que son proyectos diseñados con conceptos sostenibles desde la fase de diseño, y que están integrados en el medio ambiente, incorporando elementos como huertos urbanos, etc.

El consejero delegado de ASG Homes también confirma que los estándares de sostenibilidad y respeto medioambiental son los principales factores que tienen en consideración en sus desarrollos. “En concreto, nueve de nuestras doce promociones cumplen o están en proceso de cumplir con los requisitos para la certificación BREEAM Vivienda”. Y cita como arquetipo el Residencial España, promoción ubicada en el centro de Salamanca, que es el primer edificio de la ciudad con una instalación energética 100% renovable, mediante geotermia vertical, con bombas de calor y sondas de PEX. Se trata de un sistema energético que aprovecha el calor de la tierra para uso doméstico.

Metrovacesa asegura estar trabajando ya en la construcción de promociones que cumplen las certificaciones BREEAM y LEED y asegura que en todos sus desarrollos implementan sistemas de climatización eficientes y más sostenibles, como suelos radiantes, aerotermia y vidrios de alta eficiencia térmica.

Vía Célere también pone algunos ejemplos de eficiencia energética, como Célere Móstoles, una promoción que cuenta con ventilación de doble flujo, materiales de aislamiento innovadores, suelo radiante y, además, el uso de geotermia. Y también a Célere Villaverde que, logró el año pasado un ahorro del 25% en el uso de energía respecto a una promoción similar que usara caldera de gas en lugar de geotermia.

Escalonia
Escalonia III de Aedas Homes emplea geotermia para la climatización, paneles fotovoltaicos y un punto de reciclaje comunitario.

Habitat Inmobiliaria, por su parte, informa que sus promociones han obtenido el Sello Spatium en la fase de diseño como “Promoción Segura y Saludable”, y entre ellos destaca Habitat La Florida, “que, además de tener certificación energética ‘A’ por su buen aislamiento térmico, es la primera promoción en Asturias que ha obtenido el Sello Spatium en fase de diseño con una calificación de “Excepcional”. Y es que, la promoción ha superado los doce criterios exigidos en materia de salud y seguridad para garantizar el bienestar de sus propietarios.

Asimismo, Aedas Homes destaca que todas las viviendas offsite (construcción industrializada o fuera de solar) que están haciendo tienen los niveles más altos de sostenibilidad en todos los aspectos: calificación energética A, baja huella de CO2, baja producción de residuos… Mientras que en construcción tradicional señalan a Escalonia III y Torre Estronci 99, por ser “edificios de consumo casi energético casi nulo”.

El ahorro energético es un factor determinante para el comprador de una vivienda sostenible

Finalmente, Stoneweg Living dice contar con varias promociones de obra nueva que cuentan o están tramitando el sello BREEAM: Velaya, Scenic, Marina Living, Fuensanta Residencial o Skyline.

Por qué una ‘casa verde’

Ya conocemos los motivos del sector para promover edificios sostenibles, pero cuáles son los beneficios para el comprador que se decanta por una casa ‘verde’. Lo primero que recuerdan desde Stoneweg es que, “del mismo modo que los electrodomésticos, los edificios reciben una calificación energética, siendo la A la más alta y la G la destinada a los menos eficientes. Así, cuanta más alta sea la calificación, menos gasto supone. Un inmueble con una calificación A consume un 55% menos que la media y un 90% menos que una vivienda tipo G”.

En opinión de Neinor Homes, “las ventajas de una edificación sostenible son múltiples, pero como más relevantes pueden identificarse las económicas desde un punto de vista de mantenimiento y de consumo futuro, así como las económicas desde el punto de vista de valor intrínseco del edificio”.

A dichas ventajas para el ‘bolsillo’ se añaden también las “emocionales y de compromiso, puesto que la sociedad actual está mucho más comprometida en el cuidado y respeto del medio ambiente, y el hogar y la ciudad donde viven debe responder a esa preocupación”, concluyen.

Algo en lo que coincide Metrovacesa es que “uno de los puntos más importantes para un comprador de una vivienda sostenible es, sin duda el ahorro energético, ya que esta mejora en la eficiencia repercutirá en un importante ahorro en sus facturas de luz, gas, agua… es decir, un rendimiento económico a no muy largo plazo”, apuntan desde la inmobiliaria.

Desde Vía Célere dan cifras de lo que se ahorra en la factura energética a final de año: en una promoción tipo, con unos 100 metros cuadrados de vivienda y calificación energética A en Madrid, puede suponer 640 euros al año de ahorro, frente a una vivienda similar de calificación E. aunque aclaran que dicho ahorro depende de la ubicación y extensión de cada vivienda.

Isla de la Toja, de Gestilar
Gestilar ha dotado a las viviendas de Isla de La Toja de un sistema de climatización y agua caliente sanitaria mediante bomba de calor servida por energía renovable.

Pero los clientes que opten por casas sostenibles no solo ayudan “a reducir la huella ambiental”, gracias al ahorro de agua y el aprovechamiento de luz natural, sino que además viven un entorno más saludable y alcanzan mayores grados de confort y bienestar. Eso se consigue -en opinión de Gestilar, Habitat e Inmoglaciar- asegurando que haya un correcto aislamiento térmico y acústico en las viviendas, evitando el uso de pinturas o barnices tóxicos en los revestimientos.

Otros puntos a favor son el fomento de la eco movilidad, que reduce la congestión del tráfico, la polución, y mejora la calidad de vida de los usuarios y del vecindario, buscar la cercanía a paradas de transporte público o instalando puestos de carga para coches eléctricos en los garajes. Sin olvidar las soluciones de accesibilidad para personas con movilidad reducida.

 

Más información en la revista inmobiliaria.

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