Homm quiere ser en 2023 un referente para la construcción industrializada de vivienda colectiva

Entrevista a Roberto Beitia, director de Marketing y Comunicación de Homm

Homm, una de las empresas de referencia en España en la edificación industrializada modular en hormigón de viviendas unifamiliares, quiere ser también un referente en el sector en la construcción de viviendas colectivas. Este es el objetivo que la compañía se ha marcado para 2023, siempre con la sostenibilidad en el centro de su estrategia empresarial, un concepto global que está en el ADN de la compañía.

¿Cómo ha comenzado el año en Homm y cuáles son las perspectivas de la compañía para este 2023?
Estamos apostando más fuerte que nunca por el proyecto y este año queremos dar un gran salto en este sentido.

Tendremos que ver cómo evolucionan los costes de los materiales, puesto que esto podría tener un gran impacto en la evolución del sector. Una estabilización, como se ha comentado últimamente, sería una gran noticia para que el sector se siga consolidando como un gran atractivo para la inversión en toda la cadena, como venía siendo desde mediados del 2021.

¿Cuál es el enfoque de la empresa para este ejercicio?

Seguimos estando enfocados en ser el principal referente en edificación industrializada modular sostenible de nuestro país, y queremos hacerlo no solo en el sector unifamiliar, sino que queremos dar el siguiente paso y trasladar todos estos conceptos a la vivienda colectiva.

Queremos seguir haciéndolo como hasta ahora, con un producto de calidad, tanto a nivel constructivo como de memoria de calidades, y seguir apostando por la sostenibilidad como concepto global, tal y como hemos hecho desde el principio.

¿A qué se refiere Homm cuando habla de la sostenibilidad como concepto global? ¿Por qué es tan importante este aspecto para la empresa?

Nos referimos a la sostenibilidad no solo a nivel medioambiental y de eficiencia energética, sino también a nivel social y al impacto que generamos en nuestras comunidades. Es un tema que llevamos grabado en nuestro ADN porque forma parte de nuestros valores desde que se fundó la compañía, y es uno de los pilares fundamentales de la filosofía de Homm, algo de lo que estamos muy orgullosos.

Creemos que es un valor que beneficia no solo al cliente final de nuestras viviendas, sino a toda la sociedad. Por suerte, es hacia dónde está evolucionando todo el mercado en general, y eso nos confirma que esa apuesta inicial era acertada, y por eso queremos seguir liderando este aspecto y adelantarnos a las exigencias o regulaciones, como hemos hecho siempre.
Tal y como hemos comentado en otras ocasiones, toda apunta a que este aspecto puede incluso llegar a convertirse en un imperativo para poder operar en el mercado inmobiliario, y que conceptos como el análisis de ciclo de vida, la gestión de residuos, la economía circular y las DAP (declaraciones ambientales de producto) entre otros, van a ser los nuevos criterios clave para la adjudicación de operaciones.

Además, queremos poner en valor los aspectos positivos del hormigón, que son muchos y muy variados, y a menudo tienden a olvidarse.

¿Cuáles son esos aspectos positivos que tiene el hormigón y por qué son tan importantes?

Queremos seguir apostando por el hormigón como material sostenible porque, aunque en los últimos años ha recibido bastantes ataques y se le haya querido denostar en favor de otros materiales, es una opción completamente sostenible y con muchas ventajas frente al resto de opciones gracias a sus propiedades innatas: resistencia, durabilidad y resiliencia entre otras.

Nuestro enfoque para la vivienda en altura insistirá en apostar por una estructura de hormigón, ya que la propia Unión Europea lo ha considerado como un material insustituible para conseguir los objetivos 2030 y 2050. Es decir, no existe una alternativa al hormigón baja en carbono, tecnológica y económicamente viable.

Eso es así a día de hoy, pero hay que tener en cuenta que el material y la industria del hormigón tienen mucho recorrido de mejora. Van a seguir evolucionando como lo han hecho hasta ahora con nuevos cementos, y aparecerán nuevos productos y mezclas que irán mejorando el impacto de una forma asequible.

Son muchos los aspectos positivos del hormigón, pero destaca fundamentalmente por ser un material duradero y resiliente, lo que implica una vida útil de las edificaciones muy alta y un impacto considerablemente menor durante su vida útil.

Ahora mismo el hormigón es el único material que puede conseguirse de manera abundante y además localmente sin necesidad de importación. Eso se traduce en una reducción de la necesidad de transporte y en un crecimiento económico del país, así como en la generación de empleo local, aspectos que muchas veces se pasan por alto con otros materiales.

Además, es un material que aporta gran inercia térmica a las viviendas, y lo hace siendo el más asequible. Eso implica una estabilidad y un confort térmico de lo que se benefician sus habitantes, y que asegura algo tan imprescindible como la posibilidad de vivir en viviendas de calidad y saludables para sus habitantes.

En la misma línea podemos destacar la recarbonatación del material durante su vida útil. En nuestro caso, tanto la envolvente de fachadas como la estructura son de hormigón, y eso actúa como sumidero de carbono durante su vida útil. Asimismo, es reciclable, un factor tremendamente importante a día de hoy, ya que permite la circularidad del material y su posterior reutilización.

“Nuestro enfoque para la vivienda en altura va a seguir siendo apostar por una estructura de hormigón, ya que la propia Unión Europea lo ha considerado como un material insustituible para conseguir los objetivos 2030 y 2050. Es decir, no existe una alternativa al hormigón baja en carbono, tecnológica y económicamente viable”

Por otro lado, favorece la seguridad de sus ocupantes frente a todo tipo de agentes externos; fuego, agua, cambios de temperatura, podredumbre y ataques de insectos o plagas, entre otros. Todos ellos factores especialmente sensibles a la realidad que vivimos con el cambio climático. Un problema al que nos enfrentamos juntos como sociedad, y para el que la utilización del hormigón resulta de lo más coherente, ya que la producción de este tiene una disrupción en el entorno natural y en la biodiversidad mucho menor que la que tienen otros materiales, y no contribuye a la deforestación, que es un factor clave para combatir el cambio climático.

En definitiva, hay muchos aspectos que influyen en el impacto de la edificación y hay que tenerlos en cuenta en su globalidad, es decir, tanto los aspectos relativos a la huella embebebida de la fase de fabricación como a los relativos a la huella operativa de la fase de la vida útil. Por eso es muy importante que empecemos a hablar de la huella de carbono que tienen las edificaciones en su ciclo de vida, porque ese es el factor verdaderamente determinante para la sostenibilidad.

Por todo estos factores, en Homm vamos a seguir utilizando el hormigón y vamos a seguir diseñando y fabricando nuestras viviendas con criterios de eficiencia energética, buscando como hemos hecho hasta ahora, la certificación energética doble “AA” en todos nuestros proyectos.

 

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