Un 2023 parcialmente nublado, pero con tendencia a mejorar

El sector inmobiliario arranca 2023 con nubes en el horizonte, pero las previsiones no son de tormenta sino de que el tiempo tenderá a mejorar a medida que transcurra el ejercicio. Las estimaciones que han realizado algunas de las más importantes empresas del real estate español para El Inmobiliario mes a mes hablan de ajustes, pero no hay un sentimiento de que se vaya a producir un desplome y se descarta que la inercia que ha demostrado el mercado durante los dos últimos años se detenga de la noche a la mañana.

Consultoras como CBRE y JLL trabajan con un escenario de ralentización relativamente corto y barajan que durante el primer semestre las inversiones estén un poco en stand by, en línea de lo que ha ocurrido durante el cuarto trimestre de 2022, para después mejorar en el segundo semestre y recuperarse en 2024, dependiendo lógicamente de lo que ocurra con la inflación y los tipos de interés.

Pero que las cosas mejoren en la recta final de año no significa que la inversión no vaya a sufrir los efectos de la incertidumbre económica. CBRE, en su informe ‘Real Estate Market Outlook 2023’, prevé que la inversión inmobiliaria en España se reducirá entre un 20% y un 30%, aunque aclara que esa caída hay que ponerla en contexto, dado que 2022 ha sido un año récord y que esos hipotéticos ajustes nos colocarían en niveles de 2021, que fue un año excepcional desde el punto de vista de la inversión.

En lo que se refiere al mercado de la vivienda, las promotoras subrayan que la falta de oferta de obra nueva, especialmente en las zonas donde hay más demanda, juega a su favor y afrontan el ejercicio con calma, una visión tranquilizadora que también aporta Cristina Arias, directora del Servicio de Estudios de Tinsa, quien con los datos de enero sobre la mesa, asegura que “se mantienen las perspectivas de una demanda residencial que se reduce sin desplomarse y una tendencia a la estabilización de los precios”.

La logística, por su parte, tampoco presenta a priori malas perspectivas, después de un 2022 en el que se han registrado cifras récord de contratación. BNP Paribas Real Estate tiene claro que promotores y fondos de inversión continuarán adquiriendo suelos para desarrollar nuevas plataformas y prevé que este año se incorporen al mercado logístico 1,4 millones de m2 en Madrid, Cataluña y Valencia.

En lo que se refiere a los centros comerciales, y una vez recuperado el pulso que les arrebató la pandemia, sumarán más metros que el año pasado. Según el informe “Transparency” en centros comerciales de Cushman & Wakefield, en 2023 se prevén 86.000 m2 de nuevo espacio para centros comerciales como resultado de varias inauguraciones, como Jaén Plaza, Marbella Plaza y Finca Gran Café (Pozuelo de Alarcón), cifra que supera los 63.000 m2 que se añadieron en todo 2022.

Finalmente, y según los diferentes informes realizados por las distintas consultoras, las oficinas, uno de los activos preferidos por inversores institucionales en ejercicios anteriores, puede estar entre los activos que más sufran, especialmente durante la primera mitad del ejercicio.

Ello se debe a que a la incertidumbre económica se une el hecho de que este segmento sigue en pleno proceso de transformación, con las empresas todavía tratando de descifrar qué espacios laborales son los más adecuados a sus necesidades, tras la irrupción del teletrabajo y los espacios flexibles. La conjunción de esas dos variables, podrían traducirse, según CBRE, en una ligera reducción en las cifras de contratación, tanto en Madrid (en torno a un -5%) como en Barcelona (en torno a un -10%)”, un leve ajuste que no pondrá freno a la recuperación posterior a la pandemia que han registrado las oficinas.

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