El sector inmobiliario afronta el nuevo año con confianza y cautela tras un 2022 en positivo
2022 acaba, y el calificativo con el que será recordado es del de haber sido un “buen año” para el sector inmobiliario, ya que las buenas cifras con las que arrancó parecen haber compensado la ralentización del mercado que han provocado la elevada inflación y la subida de tipos de interés en la recta final del ejercicio.
El año que nos deja ha especialmente positivo para el segmento de la vivienda de obra nueva, que aunque con unas transacciones ligeramente inferiores a las de 2021, ha seguido aprovechando la demanda embalsada durante la pandemia y el ahorro que han conseguido las familias durante este periodo, mientras que la oferta sigue siendo escasa para la demanda existente.
Las empresas inmobiliarias afrontan 2023 en alerta descartando que la ralentización que se prevé experimentarán las compraventas de vivienda provoque una hecatombe en el mercado. El sector esgrime además la notable capacidad de resiliencia demostrada en la pandemia para confiar en que superará con éxito un contexto económico incierto como el actual
Las previsiones para el futuro a corto plazo, son sin embargo, menos alentadoras. El panorama económico es a todas luces incierto ya que el encarecimiento de los materiales dificultará la producción y la subida del precio del dinero puede frenar las inversiones y la compra por parte de particulares, especialmente de los hogares con presupuestos más ajustados. A lo que habría que añadir el riesgo de que algunas de estas familias no puedan hacer frente a sus cuotas hipotecarias.
A pesar de estos desafíos, las empresas inmobiliarias no bajan la guardia y están en alerta, ante los indicios de moderación que muestra el aumento de las compraventas residencial, pese a que barajan que la ralentización residenciales no será brusca ni dramática, remarcando, además, que el sector se encuentra saneado y está profesionalizado y, por tanto, en una buena posición para resistir dichas turbulencias económicas. Por ello, las empresas aseguran afrontar el nuevo ejercicio con cautela, pero con optimismo y más después de haber sobrevivido a una pandemia como la que hemos sufrido. Confían en que España no entre en recesión y que la crisis se limite al primer semestre de 2023, al tiempo que hacen que el sector inmobiliario sea tradicionalmente considerado una inversión refugio en tiempos de crisis. Al tiempo resaltan que en los momentos más duros siempre surgen nuevas oportunidades y más en un mercado en continúa transformación como el inmobiliario, que ha demostrado su capacidad de reinventarse.
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2023, un año para la prudencia y las nuevas oportunidades
Arranca 2023, un año en el que sector demostrará su capacidad de navegar en un entorno económico desfavorable, lastrado por la invasión de Ucrania y la elevada inflación. El Inmobiliario mes a mes publica su tradicional cuestionario en el que reconocidos profesionales del sector analizan lo acontecido en el ejercicio y analizan las perspectivas con las que afrontan el próximo año, respondiendo a las siguientes cuestiones: ¿qué balance hace su empresa o asociación de 2022? Y ¿qué previsiones barajan para 2023? Para acceder a sus respuestas, clique en las opiniones de los encuestados.
Carlos Izquierdo
Consejero de Administración Local y Digitalización y presidente de Planifica Madrid
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Hernán San Pedro
Director de Relaciones con Inversores y de Comunicación Corporativa de Lar España
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