Un parque obsoleto

El Real Decreto por el que se regulan los Programas de Ayuda en materia de Rehabilitación Residencial y Vivienda Social justifica la necesidad de adaptar el parque de edificios y viviendas en España a los retos nacionales y europeos en materia de sostenibilidad por la obsolescencia y el gran potencial de mejora que tienen los inmuebles. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) apunta que “en nuestro país, cerca del 45% de los edificios es anterior a 1980, tratándose de un porcentaje que se eleva hasta el 50% en el caso de los edificios de uso residencial y una cifra de 9,7 millones de viviendas. A su vez, se estima que alrededor de un millón de viviendas están en estado deficiente, malo o ruinoso”.

Asimismo, el Gobierno informa de que “si se analiza la calidad de los edificios existentes a partir de las calificaciones energéticas, se observa que más del 81,0% de los edificios existentes se sitúan en las letras E, F o G, en términos de emisiones, aumentando dicho porcentaje hasta el 84,5% de los edificios, en el caso del consumo energético, lo que pone de manifiesto el importante potencial de la rehabilitación energética. Asimismo, los edificios que alcanzan la mejor calificación, la letra A, no llegan al 0,3% del total en el caso de las emisiones y se sitúan en el 0,2% en el caso de consumo energético. A ello se suma que más de un 75% de los edificios residenciales no son accesibles y, del total de edificios residenciales que tienen 4 plantas o más, alrededor de un 40% no dispone de ascensor”.

Los cálculos que hacen desde Agentia RPlus son que, teniendo en cuenta que el parque construido está cerca de los 26 millones de viviendas, aproximadamente sobre unos 14 millones (el 55% mas o menos) tienen deficiencias graves en cuanto a su eficiencia energética, al ser anteriores a la obligatoriedad de cumplimiento de la primera norma que estableció unos requisitos mínimos en cuanto a las condiciones térmicas de los edificios (NBE-CT-79). Aunque una parte de estos edificios ya habrán sido objeto de rehabilitación, la gran mayoría no contarán con ningún tipo de aislamiento térmico al no resultar preceptiva su instalación, por lo que los rendimientos energéticos de estos edificios son muy deficientes, provocando el consumo de importantes cantidades de energía para obtener temperatura de confort en su interior. En Madrid, la empresa creada por Tinsa y Acerta calcula que hay más de 600.000 viviendas en la Comunidad que están en condiciones de optar a estas subvenciones europeas.