La transparencia en el mercado inmobiliario
Por Jaime Martín-Barbadillo, gerente de Grandes Cuentas de Belbex.-
Según el último Índice de Transparencia Inmobiliario publicado en 2016 por la consultora JLL y la gestora de fondos LIM, España ocupa el puesto 22º dentro de un segundo escalón compuesto por veinte países, denominados “países transparentes”, nivel que comparte con Portugal e Italia y otros como Eslovaquia, Rumanía y Hungría.
Por delante de nosotros están las diez naciones clasificadas en el primer nivel, grupo de los llamados “altamente transparentes”, donde están incluidos las cinco naciones de habla inglesa, Reino Unido, Estados Unidos, Australia, Canadá y Nueva Zelanda y países de la UE como Alemania, Francia, Finlandia y Holanda. Estos diez países concentran el 75% de la inversión global en inmuebles; sin duda la casi total transparencia de estos mercados tiene mucho que ver en este hecho.
El mercado inmobiliario español necesita ser más transparente
Veamos qué sucede en nuestro país: “El mercado inmobiliario español necesita ser más transparente”. En los últimos tiempos este concepto se repite cómo una letanía y seguramente la gran mayoría de los profesionales que componemos este sector estamos de acuerdo, pero ¿qué ponemos de nuestra parte para que así sea?
Todos deseamos tener información total y completa de todas y cada una de las operaciones de venta y arrendamiento que se producen en el mercado, pero cuando tenemos acceso a información de una operación concreta la tendencia natural es guardar y no compartir esa información.
La información como valor añadido
Esto es así porque en España todavía consideramos la información como un valor añadido y diferencial y no como una herramienta de trabajo. Por otra parte, un metro cuadrado en España en ocasiones no es un metro cuadrado real para el arrendatario, ya que dependiendo del caso es posible que en la superficie alquilable se estén computando zonas comunes, etc.
Jaime Martín-Barbadillo, de Belbex: “En España todavía consideramos la información como un valor añadido y diferencial y no como una herramienta de trabajo”Haz click para twittearEsta mentalidad y praxis es la que nos lleva a incurrir en un error de base, que no se comete en mercados mucho más transparentes. Precisamente por esta transparencia casi total son mucho más competitivos, dinámicos y consolidados.
Si bien es cierto que existen iniciativas públicas y privadas para tratar de darle mayor transparencia a nuestra industria, éstas están demostrando no ser suficientes. El legislador con su RD 297/1996, de 26 de febrero, facilita y regula la elevación a público de los contratos de arrendamiento, subarriendo y cesiones, pero no obliga a ello, dejando a voluntad de arrendador y arrendatario el registro del contrato.
Sin un incentivo ya sea fiscal o de otro carácter, este Real Decreto se queda en nada. Por tanto una información valiosísima y muy necesaria a la hora de tomar decisiones de gestión y/o inversión queda absolutamente velada.
La AEO (Asociación Española de Oficinas) publicó en 2014 su Estándar AEO para medición de espacios de oficinas. Fue una gran iniciativa pero se queda en tan sólo buenas intenciones si nadie o muy pocos actores del mercado deciden adoptar este estándar u otro análogo para ofrecer datos de superficies, en un orden de magnitud uniforme y contrastable.
En definitiva, podemos afirmar que en nuestro país disfrutamos de un nivel de transparencia elevado acorde a nuestra posición en el mundo, pero también podemos confirmar que no hacemos el esfuerzo necesario y debido para ponernos a la altura de aquellos países que nos marcan el camino a seguir para alcanzar un nivel de excelencia como industria y como mercado.
Jaime Martín-Barbadillo, de Belbex: “No hacemos el esfuerzo necesario para ponernos a la altura de los países que marcan el camino a seguir para alcanzar un nivel de excelencia como mercado”Haz click para twittearEn España tenemos aún pendiente dar ese paso adelante para ser un mercado realmente transparente, maduro y consolidado. Dejemos de hablar de ello y hagámoslo, demos ese paso llamado “Transparencia total”.