La inversión hotelera se beneficia del filón turístico y se reactivan las compras de suelo

Ya hay compras de suelo para construir hoteles con normalidad, y este es el mejor indicador que confirma la consolidación de un sector que sigue en máximos además por el impulso económico que supone el sector turístico, un negocio que ha colocado este año a España por primera vez como segundo destino turístico, sólo por detrás de Francia. En 2017, visitaron el país 82 millones de turistas extranjeros, un 8,9% más que en 2016, según los datos adelantados por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que suponen un acicate para el inversor especializado.

«La inversión en inmuebles para su reconversión a uso hotelero y las operaciones de suelo registraron 144 millones en 2015, en 2016 subieron ya hasta los 199 millones y en 2017 hemos registrado 478 millones, lo que supone un incremento del 140% y este año la reactivación de la inversión se verá todavía con más rotundidad», explicó Miguel Vázquez, socio director de Hoteles de Irea, durante la presentación de su informe anual.

Concretamente, en 2017 se cerraron 13 operaciones -frente a las tres del 2016-, y fueron las cadenas operadoras las principales protagonistas de esta actividad con seis operaciones que darán lugar de forma conjunta a 1.196 nuevas habitaciones, si bien, el total de los desarrollos superará las 2.000 camas.

El proyecto más relevante de los que se llevarán a cabo en estos terrenos es del Grupo Piñero, que adquirió un suelo de 45.000 m2 en San Miguel de Abona (Santa Cruz de Tenerife) para levantar un hotel de cinco estrellas con unas 500 habitaciones, bautizado como Fantasía Bahía Príncipe Tenerife, y que abrirá sus puertas en noviembre de 2018.

Hispania ha sido otro de los actores que se ha lanzado a la compra de suelo, cerrando dos operaciones en 2017. Por un lado, la socimi adquirió un terreno en Fuerteventura, por unos 6,8 millones de euros, para promover un nuevo resort que contaría con 150 habitaciones, justo detrás del Hotel Bahía Real, que también es propiedad suya. De hecho, en 2016 se hizo con otro solar colindante al Bahía Real para ampliar este establecimiento. La misma estrategia que ha seguido al adquirir un suelo lindante con el Hotel Barceló Oasis, en Lanzarote, comprado por Bay.

La inversión hotelera en 2017 alcanzó los 3.907 millones de euros, un 79% más respecto a 2016, según Irea

Por otro lado, los fondos, que en 2017 entraron de lleno a la caza de cadenas hoteleras, siendo los principales inversores en este segmento, también han tenido su representación en la compra de suelo con Activum, que se hizo con un solar en L’Hospitalet (Barcelona) para levantar un establecimiento de 240 habitaciones. Estas operaciones, junto a las que han llevado a cabo otras firmas como H10, B&B, One Shot Hotel, IFA Hotel y Catalonia, son solo la punta del iceberg, pues se espera que este año la actividad vaya en aumento.

Inversión en máximos

Y como era de esperar la inversión hotelera en España ha alcanzado una cifra récord recuperando el buen ritmo que cogió en 2015 e incluso superándolo holgadamente, donde se llegó a los 2.550 millones invertidos. A cierre de 2017, suma 3.907 millones de euros invertidos, un incremento del 79% respecto a 2016, según los datos de la consultora. En total, se transaccionaron 182 hoteles y 28.813 habitaciones.

El precio medio pagado por habitación ha sido de unos 119.000 euros, un 30% más que en 2016. Los seis primeros meses fueron claves cuando ya se había alcanzado la cifra de 1.655 millones de euros transaccionados. La operación más relevante fue por parte de Blackstone con la compra a Sabadell de la cartera de HI Partners. Se trataba de 14 activos que se compró por 630 millones de euros. La tipología de los activos ha sido con creces en el sector vacacional, que supuso un 69% de la inversión total, frente al 3% de hoteles urbanos.

Las buenas perspectivas del mercado de inversión apuntan que esta tendencia se mantendrá. Para Irea, el destino España “sigue siendo atractivo para los inversores internacionales”, algo que se suma a la liquidez de los mercados de capitales destinada a la inversión en real estate o la fuerte presión compradora que motivará a vender a los propietarios de activos hoteleros, especialmente a grupos hoteleros de carácter familiar que se enfrenten a situaciones de cambio generacional. Aunque el nubarrón es la recuperación de destinos turísticos como Egipto o Túnez, cuya caída nos ha beneficiado como destino.

Miguel Vázquez considera sobre la actividad de compra que “en 2018 se producirá una ralentización en este tipo de operaciones, si bien seguirán materializándose transacciones con origen en las intensas compras de deuda hotelera realizadas en los últimos años”.

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