“Hemos apostado por convertir en realidad la inclusión de los modelos y datos en el negocio”

Entrevista a Isaac Pernas, director de Tecnología de JLL para el Sur de Europa.-

La irrupción de la tecnología en el sector inmobiliario es un camino sin retorno. En esta entrevista Isaac Pernas describe el ecosistema de herramientas que ha desarrollado internamente JLL. Instrumentos que permiten encontrar patrones o tendencias que reducen el margen de error en la toma de decisiones inmobiliarias y confieren previsibilidad sobre comportamientos futuros.

Se habla mucho de la tecnología aplicada al sector inmobiliario, ¿cuán relevante puede llegar a ser?
La aplicación de la tecnología al sector inmobiliario como la entendemos durante los últimos dos o tres años ha significado un cambio radical al ser una industria donde la deuda tecnológica ha sido histórica. El cambio ante el que nos encontramos, su velocidad y relevancia van a dar un giro al sector que empieza a alumbrarse.

La irrupción de la tecnología en el sector es ya un camino sin retorno, muestra de ello es que actualmente operan en el mercado español más de 280 compañías proptech que cubren todos los segmentos de actividad.

¿Cómo se le puede sacar partido a los datos en esta industria a veces muy tradicional?
Hay muchas maneras de darle valor a los datos.

✔️ La primera; porque tener los datos recopilados, ordenados y limpios, ya tiene valor per se, ya que tradicionalmente estos datos no se ordenaban digitalmente.

✔️ La segunda; porque los modelos que se pueden aplicar a estos datos para encontrar patrones, tendencias o clusters brindan al usuario una visión más completa de la realidad inmobiliaria, dotan de transparencia a un mercado que habitualmente no la tiene, reducen el margen de error en la toma de decisiones inmobiliarias y confieren previsibilidad sobre comportamientos futuros.

¿Cuáles son las herramientas con las que cuenta JLL para ayudar a los inversores en su toma de decisiones?
JLL dispone de un ecosistema de herramientas que colaboran entre sí, que permiten, que algo complejo, como disponer de manera masiva de los datos nos ayuden a obtener el conocimiento que permite dar respuestas a preguntas de los inversores.

Hemos desarrollado internamente una herramienta, Gea, que ya está implantada en varios países en los que opera JLL como Portugal e Italia, por ejemplo, y que se usa activamente con nuestros clientes.

Gea aglutina el valor resultante del análisis de los datos provenientes de más de 25 fuentes externas, combinados con el análisis de datos internos recopilados por los más de 500 consultores de JLL.

Nuestras herramientas, además de usar la última tecnología, tienen como pilar fundamental y soporte un fuerte componente de Inteligencia Artificial. La herramienta ha sido concebida y desarrollada completamente en JLL, lo que nos permite adaptarnos a cambios o necesidades del mercado o de nuestros clientes, a velocidad récord.

¿No cree que se pierde así la esencia del conocimiento del mercado que aportan las consultoras?
No, en absoluto. Diría que es todo lo contrario. Hemos pasado de que los consultores tengan que conocer un mercado a que aporten ese conocimiento vivo de forma constante en sistemas, que permiten a otros consultores conectar puntos y conocer mejor y de forma más profunda una foto mucho más completa.

Además, tener bien ordenada la información y los procesos y dotarlo de inteligencia, nos permite dar un salto cuantitativo en la forma en la que consultoras inmobiliarias, como JLL, conocemos el mercado y asesoramos a los clientes. Esto nos lleva a poder argumentar y asesorar de forma científica basada en datos y las conclusiones que de su análisis se obtienen, y dejar la capacidad humana para los temas donde aporte valor diferencial.

Siempre será necesario el conocimiento del mercado, pero ahora más que nunca, que este conocimiento esté bien ordenado en sistemas y modelizado, nos permitirá poder obtener los patrones no evidentes, las relaciones complejas y las anomalías de forma más sostenible y sobre todo mucho más sistemática. Este conocimiento de mercado es el valor diferencial no replicable, que dota de verdadera inteligencia a los sistemas que nutre.

¿Qué tipo de clientes de JLL son los que más se van a ver beneficiados?
En realidad todos, ya que hemos descubierto que este modo de operación redunda en todos nuestros clientes. Está claro que en algunos de forma más directa que en otros, y no sólo lo notan sino que nos lo reconocen porque el nivel de escepticismo desaparece en cuanto se ve que detrás de lo que aportamos hay una base y un conocimiento real y tangible, que viene potenciado por los consultores, que saben poner ese extra que hace que brille el servicio.

Desde luego el beneficio es mayor en operaciones voluminosas en número de activos, como es el caso de las carteras de NPLs y REOs, en las que el enfoque a datos y a motores de inteligencia artificial está resultando espectacular. No sólo como catalizador de los procesos, sino como elemento diferenciador.

Otros clientes que se ha visto beneficiado el retail, tanto en local de calle como de centro comercial. Hasta ahora no se había probado a mezclar (mezclar va mucho más allá de poner juntos) los datos de entorno, sociodemográficos, inmobiliarios, de comportamiento digital y de movilidad, junto con el conocimiento de nuestros consultores volcado en el modelo. La visión de conjunto resulta impactante. Estamos viendo modelos para reforzar residencial, hoteles, e incluso reformular el acercamiento de los usuarios y propietarios de oficinas.

En el caso de los usuarios, los corporates como los conocemos, el impacto y el beneficio es mucho más claro, ya que el sector se vuelca hacia ellos, dando cada vez mejores soluciones, servicios y propuestas de valor, que regeneran espacios.

El flex-space, coworking, incluso soluciones de coliving, son conceptos que son simplemente imposibles sin la asistencia necesaria de datos, tecnología, movilidad, y mentalidad digital. Esto en JLL lo llevamos en el ADN, y estamos trabajando con nuestros clientes para mejorar sus espacios, que no es otra cosa que hacerlos más atractivos a nuestros clientes que actúan como usuarios.

Estar en ambos lados del mercado, conocer ambas realidades y poder llevar a un espacio de mejora, gracias en gran parte a la digitalización, resulta reconfortante y nos empuja cada día.

¿Cómo ve el futuro del sector?
El futuro, o casi mejor decir el presente cercano, resulta muy excitante, ya que la tecnología, la inteligencia artificial, la digitalización de los procesos, la interrelación de empresas dispares que comparten su información, la inclusión de las proptech en este ecosistema… nos va a impulsar a un escenario en el que la digitalización no es un hecho diferenciador, sino de pura supervivencia.

Aquellas empresas, más o menos, establecidas que no tienen una franca preocupación en este sentido ni determinación para llevarlo a cabo con valentía, van a enfrentar retos mayores que aquellas que lo estamos haciendo.

Los servicios inmobiliarios en toda su naturaleza se están digitalizando, la inversión en el sector es cada vez mayor, y muchas empresas tecnológicas están viendo el inmobiliario como un sector en el que poder entrar.

Hay diversas formas de aproximarse, estamos los de siempre, y aparecen las que conocemos como proptech, pero no perdamos de vista a los gigantes digitales que pueden aterrizar en cualquier momento o ya lo están haciendo.

En un futuro cercano tendremos un sector que está poniendo al cliente en el medio, compitiendo con nuevos servicios, basados en soluciones digitales, que eliminen las ineficiencias actuales inherentes al sector.

Creo que servicios más clásicos o que aportan un valor relativo a los clientes, van a “comoditizarse” y ser más parte de un mix en el que el valor lo aporta la sencillez de relación con los usuarios.

Veo además una fuerte tendencia en el sector a hacer que nuestro entorno inmobiliario “sienta”, en el concepto de sensorización, y se comunique con nosotros, haciendo posible que, a través de un entorno digital, podamos interactuar con un medio físico como es el inmobiliario.

Dentro de un plazo no muy dilatado, tendremos conversaciones de whatsapp con nuestro coche, con nuestra casa o con nuestra oficina. Será natural poder reservar espacios de trabajo con una conversación con algunos de los asistentes que hay en el mercado. Conseguiremos que nuestro entorno inmobiliario tenga la flexibilidad de adaptarse a nuestras necesidades de forma plástica, y no nosotros a ese entorno.

Todo esto es resultado en parte de las macro-tendencias como el crecimiento de las ciudades, la fuerte inversión que está viviendo el sector, la inclusión de más tecnologías en las mismas y la demanda de digitalización en los servicios inmobiliarios, al igual que ya lo han hecho y siguen haciendo otras líneas como la financiera.

¿Veremos a las grandes compañías tecnológicas ofreciendo servicios inmobiliarios?
Absolutamente, el hecho de que el sector inmobiliario nos resulte cercano, y que actualmente sea una opción muy atractiva en términos financieros, dadas las condiciones y oportunidades de inversión, tipos de interés bajos, etc., hacen que sea un sector en el que las empresas de tecnologías de todos los tamaños están haciendo y buscando ya su camino.

Podemos decir que, empresas de gran calado, ya están haciendo cosas para entrar en lo más profundo de nuestra vida, de una u otra manera en nuestras casas. Google Home, Alexa, Apple Home, son buenos ejemplos de esto, ¿por qué no en la oficina? No nos engañemos, están aprendiendo de nuestras formas de hacer, ser y vivir, de nuestra relación con nuestro entorno inmobiliario.

Además, la capacidad de gestión de la ingente información que tienen les permitiría entrar con un enfoque puramente digital. Carecen de las inercias propias de otras compañías en el sector, y no tienen tensiones de financiación como ocurre en las proptech.

Esto es, en definitiva, todo un reto para las empresas actuales que deben salvar su deuda digital y adaptarse a este nuevo entorno, pero no lo es para aquellas empresas tecnológicas (no me refiero a las consultoras de tecnología), ya que llegan con la capacidad de aterrizar con el foco muy centrado en donde estimen necesario.

Su capacidad para generar tecnologías de forma ágil, coherente con el resto de su oferta, integrada por naturaleza en el resto de servicios, y de llegar a cientos de millones de usuarios es una de las mayores ventajas que tienen.

Sin embargo, veo algunos retos, por ejemplo, las empresas tecnológicas se mueven muy bien en entornos homogéneos, en dar respuestas a clientes en donde éste es el centro, si bien la condición de micromercados en los que se segmenta el sector inmobiliario puede suponer un reto para que arranque adecuadamente el modelo de gran empresa tecnológica que desarrolla labores en la industria.

¿Cómo compiten frente a ellas? ¿Qué diferencia a JLL?
JLL en primer lugar tiene más de 90.000 expertos inmobiliarios, de los cuales más de 500 están en España. Es diferenciador estar en el mercado y conocer su dinámica, así como la puesta a disposición de este conocimiento.

Hemos apostado por convertir en realidad la inclusión de los modelos y datos en el negocio. Al mismo tiempo, devolver al consultor mucho más de lo que puede aportar, ya que es la suma de todo y de todos, la que nos hace diferentes. Combinar los más de 600 millones de datos cada año (sólo en España) de los que disponemos, con el análisis de nuestros consultores eleva nuestro nivel de asesoramiento.

Estamos ayudando de forma real a nuestros clientes mediante estas herramientas, que son un medio, no un fin en sí mismo, para compartir las ambiciones de nuestros clientes y ayudarles a conseguirlas. Hemos encontrado el espacio en el que creemos que crear las mejores herramientas, las que aportan valor a nuestros clientes, resulta y es parte de la disrupción que se está dando en el sector.

Más información, en nuestra revista inmobiliaria.

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