“El mercado de la vivienda de Catalunya vive una fase de estabilización y de recuperación de la confianza”
Entrevista a Elizabeth Hernández, directora de las oficinas de Barnes Spain en Barcelona.-
La nueva directora de las oficinas de la consultora en Barcelona es una veterana ejecutiva, tanto en el sector empresarial por su paso durante cinco años por el grupo Intercom, como en el sector patrimonial e inmobiliario, pues fue socia fundadora de Exante Merchant Bankers.
Además, ha residido en el extranjero en ciudades como Frankfurt, Londres y Tokio: posee pues un conocimiento profundo del inversor de alto nivel, uno de los nichos preferentes de negocio de la consultora que ahora dirige en Barcelona. En una entrevista a El Inmobiliario mes a mes, explica su visión del convulso mercado catalán, marcado por la inestabilidad política.
Desde su conocimiento del negocio, ¿cómo ha evolucionado el mercado inmobiliario en Catalunya/Barcelona durante el último año?
Tras unos meses de octubre, noviembre y diciembre de 2017 en los que la inestabilidad política condujo a una contracción de los precios de hasta un 20% en el sector lujo, el año 2018 ha servido para paliar esos efectos y recuperar el interés inmobiliario tanto de particulares como de inversores. Y es que esa bajada drástica de los precios se dio por un descenso de la demanda de un 50%, lo que produjo que el mercado inmobiliario catalán pasara a estar dominado por los compradores y no por los vendedores.
Elizabeth Hernandez: «La inestabilidad política condujo a una contracción de los precios de hasta un 20% en el sector lujo, pero 2018 ha servido para paliar esos efectos y recuperar el interés inmobiliario»
Cuando ya se han cumplido tres trimestres del año en curso, la situación es bien distinta. Catalunya ya ha sufrido las consecuencias del conflicto político y el mercado de la vivienda vive en estos momentos una fase de estabilización y de recuperación de la confianza del comprador, sobre todo del internacional.
¿Qué efectos económicos ha tenido el entorno político catalán en el mercado de la vivienda?
A partir del 1 de octubre de 2017 hubo un alto número de operaciones que se detuvieron, incluso con contrato de arras de por medio. Hubo muchos compradores que se echaron atrás cuando tan sólo faltaba la firma ante notario. Pasaron de estar convencidos que lo que estaban haciendo era una buena inversión inmobiliaria a preferir dejarla en stand-by hasta que el escenario de tensión política se relajara.
El dinero es miedoso, y en esos momentos el clima no era el ideal para atraer operaciones inmobiliarias, sobre todo de cara a los mercados internacionales que no viven el día a día del territorio sino que conocen la actualidad a partir de las imágenes y los medios de comunicación.
¿Puede hablarse de “retorno a la normalidad” en el sector inmobiliario en Barcelona?
Si bien es cierto que los precios acumulan un descenso de alrededor del 5% interanual desde el pasado 1-O, la realidad es otra en estos momentos y el contexto económico y social es completamente diferente.
De hecho, si algo bueno tuvo el conflicto político en Catalunya en términos inmobiliarios es que evitó que se siguiera prolongando la escalada de precios que se vivió en los tres primeros trimestres de 2017, especialmente en el segmento de alto standing en Barcelona.
Esto sirvió para que los propietarios tasaran sus viviendas de manera adecuada conforme el valor real de los inmuebles y sin dejarse llevar por el alto dinamismo que había experimentado el sector de la compraventa.
¿El precio de los inmuebles ya se ha estabilizado? ¿Qué factores están afectando a la subida de precios?
Sí, el precio de la vivienda en estos momentos en Catalunya y Barcelona se ha estabilizado entre unos parámetros coherentes que van de la mano del incremento de la demanda y del producto disponible. El principal factor de esta subida interanual desde el pasado mes de octubre es, precisamente, el retorno de la confianza por parte de los compradores particulares tanto nacionales como extranjeros, especialmente en aquellos inmuebles con precios de entre 500.000 euros y 1,5 millones de euros.
El precio medio en el sector lujo en la ciudad de Barcelona, así como en zonas de alta demanda como Costa Brava, Sitges y ciertas partes del Maresme, es de alrededor de 6.500 euros/m2, con casos en los que el precio de algunas propiedades llega a los 10.000 euros/m2.
¿Qué comportamiento está teniendo el inversor tanto local como extranjero?
El inversor local ha vuelto a comprar con normalidad, aprovechando que todavía el precio de la vivienda en Catalunya tiene margen de crecimiento, por lo que es buen momento tanto para adquirir primeras o segundas residencias como para hacerlo como inversión, sobre todo teniendo en cuenta que el segmento del alquiler está en un momento de máxima efervescencia.
Por otra parte, la recuperación de las inversiones extranjeras está siendo más lenta. La marca Barcelona sigue siendo atractiva, sinónimo de bienestar y de oportunidad de negocio inmobiliario, pero han surgido otros destinos como Portugal o Grecia que también están captando el interés de los inversores internacionales y que han sabido aprovechar la inestabilidad política catalana.
¿Cuáles son las perspectivas de futuro del mercado inmobiliario en el corto y medio plazo?
El mercado inmobiliario en Catalunya seguirá funcionando a dos velocidades. Por un lado, las zonas de mayor demanda de Catalunya como son Barcelona y su área metropolitana, la Costa Brava, algunos puntos del Pirineo catalán y algunos puntos de la Costa Daurada, continuarán registrando cifras al alza en la mayoría de indicadores (número de compraventas, contratación de hipotecas, precios, etc.).
Mientras, zonas de menos demanda se mantendrán, en cierta medida, ajenas a la situación política e institucional, por lo que no están tan expuestas a cambios, y tendrán una mayor estabilidad en sus indicadores pero, por ende, los bienes inmuebles de estas zonas registrarán una menor rentabilidad.
Si todo evoluciona dentro de lo que se entiende como “normalidad”, Barcelona y Catalunya están llamadas a volver a tener un mercado inmobiliario de referencia para toda Europa.