Una vuelta al ‘cole’ complicada

Yolanda Duran, directora de El Inmobiliario mes a mes
Yolanda Duran, directora de El Inmobiliario mes a mes

Con la mente puesta ya en el tramo último del año, la vuelta de las vacaciones ha venido acompañada de algunas noticias inquietantes que los expertos ya anticipaban a comienzos de año. Hablamos de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la amenaza de un Brexit por las bravas o la atonía de la economía alemana, que ha terminado por arrastrar a otras.

En España tenemos nuestra propia guerra, una incapacidad de llegar a acuerdos para gobernar que nos abocan a las cuartas elecciones generales en un periodo de cuatro años. Y con un Gobierno en funciones que se muestra inoperante para abordar el enfriamiento de la economía, inevitable por otra parte, cuando dependemos de los ciclos económicos.

Pese a ello, y pese a ellos, los españoles hemos entrado en la dinámica de funcionamiento sin gobierno, una suerte de ‘anarquicracia’, que nos ha permitido crecer a mayor ritmo que el resto de los países de la UE y generar empleo, más o menos precario, pero que hasta la fecha permite pagar facturas, hipotecas, automóviles y generar consumo. Ante esta perspectiva, lo que nos importa es analizar cómo se encuentra el sector inmobiliario para afrontar esta incertidumbre.

Desde nuestro punto de vista, el sector comienza este nuevo curso de forma muy suave un fin de ciclo natural, y esto es muy importante, porque en estos momentos una desaceleración del mercado inmobiliario no está vinculada al crédito, como en el crash anterior. No hay burbujas crediticias, y el volumen de préstamo bancario es estable y parco, frente a la inundación de dinero barato experimentada en años anteriores. Tampoco hay amenazas de riego sistémico; desactivada la conexión financiera, el sector tiene que hacer sus números y adaptarse a un enfriamiento de la demanda.

Como puntos positivos, el empleo sigue creciendo y hoy, hogares y empresas están menos endeudados que en otros ejercicios. El esfuerzo que realizan cada año particulares y empresas, es decir la suma de vencimientos de deuda y pago de intereses, supone el 14% del PIB, diez puntos menos que el alcanzado en el punto más alto de la crisis anterior. Y las medidas adoptadas por el BCE, abaratando dinero y facilitando liquidez, mantendrán este escenario. Otra cosa es que el contexto internacional mencionado se agrave, con un posible encarecimiento del petróleo.

Al sector le queda pues, un ejercicio continuo de adaptación al cliente, que es al fin y al cabo, el eje sobre el que pivota este mercado. Y algo de esto hay en la recta final del curso. ‘Rebuild 2019’, reunió a mediados de septiembre, los proyectos que están impactando en el sector y que ofrecen soluciones en arquitectura avanzada, en diseño de espacios, construcción 4.0, nuevos materiales y mejoran edificios y viviendas. Durante unos días Madrid fue la capital de la edificación inteligente, en la que Aedas Homes, con su CEO, David Martínez, a la cabeza como presidente además de este Congreso, mostró los avances que la promotora ha hecho en este campo, y Porcelanosa, otra de las empresas presentes, exhibió sus materiales inteligentes.

“La digitalización es, sin duda, una de las asignaturas pendientes de nuestro sector. La integración de las nuevas tecnologías como el BIM, el Big Data, el IoT o la robotización de la arquitectura están haciendo posible el surgimiento de nuevas soluciones innovadoras que están transformando la edificación, como las que están proponiendo las start-up participantes en el ‘Construction Tech Startup Forum’”, señalaba la directora de ‘Rebuild 2019’, Gema Travería.

Otro ejemplo de modernización de la industria lo protagonizará el Congreso Español de Centros y Parques Comerciales, que con el lema ‘Es Comercio’, analizará del 2 al 4 de octubre las claves de un sector en buena forma, que está en plena adaptación a la transformación digital y al auge del e-commerce.

Y mientras se deshoja la margarita de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, y nos enfrentamos a otra ronda de promesas electorales, el inversor sigue confiando en España, como lo demuestran las compraventas de carteras (Colonial y Prologis, Cerberus y Sabadell, Oaktree y SDIN), o las adquisiciones de suelo para asegurar actividad residencial. Los datos aventuran que el primer semestre del año ha terminado con cifras más que satisfactorias, rondando los 5.000 millones.