
No se puede vender aquello que no se conoce. Esta es la primera regla sagrada de Marketing para comercializar un producto o servicio, un aspecto que se olvida con demasiada frecuencia. Como cada mes de marzo, la infantería inmobiliaria hace las maletas para acudir al MIPIM de Cannes, el mejor escaparate mundial para mostrar el despertar del negocio inmobiliario que está viviendo España y empaparse de las nuevas tendencias que están marcando la evolución del sector a nivel internacional.
La delegación española que acude en esta edición a la feria francesa está compuesta por una veintena de firmas expositoras y más de 200 representantes de empresas y profesionales inmobiliarios. Una representación que se puede considerar notable, pero un tanto exigua desde el punto de vista institucional, si la comparamos con otros años, para que se pueda exponer el verdadero alcance del mercado de oportunidades que se abre en nuestro país tras la crisis.
La presencia internacional es una de las asignaturas pendientes del sector inmobiliario español. Las circunstancias quizás no sean demasiado propicias para hacer grandes dispendios, pero todos los esfuerzos que se hagan para competir en igualdad de condiciones bienvenidos sean. Nuestra renovada industria inmobiliaria necesita que se conozcan más y mejor en el extranjero los proyectos que está desarrollando; pero mucho más transmitir que España respeta la legalidad y ofrece seguridad jurídica a los mercados. Aún resuenan los ecos del terremoto que ocasionó la espantada de Wanda. Una operación que, afortunadamente, se está reconduciendo.
Uno de los organismos que ha decidido retomar en serio la promoción exterior del sector ha sido la nueva dirección de la Asociación de Promotores Constructores de España (APCE). La patronal del ramo está elaborando un plan estratégico con el Icex, para posicionar la vivienda y, en especial, el nuevo producto que se está promoviendo, en los mercados internacionales con mayor demanda. El estudio se encuentra en fase de gestación y aún es pronto para adelantar el plan de negocio que se va a aplicar.
La APCE también está negociando con el Gobierno estatal y los autonómicos la concesión de un aval que financie una parte del precio de la primera vivienda que no se haya cubierto con el préstamo hipotecario. La propuesta, sin embargo, se está encontrando con el escollo de que todas las subvenciones y ayudas del Plan de Vivienda están destinadas al alquiler y la rehabilitación, y las arcas del Estado vacías. Mejor hablamos de reposición.
Otro tema de candente actualidad que requiere algo más que voluntad política para enfrentarse a él, es la alarma que está ocasionando el calentamiento de los precios del suelo finalista en Madrid. Según los expertos, si no se libera pronto la gran dispensa de suelo que tiene la ciudad, la capital de Estado corre el riesgo de que el stock existente se agote en nueve meses. Los primeros que están denunciando esta falta de previsión urbanística son los promotores y gestores de cooperativas. No sólo ya porque obviamente necesiten materia prima para trabajar, sino porque los sobreprecios que han pagado algunos family office y fondos ajenos al sector -descontando unas plusvalías que a lo mejor no se producen-, pueden desatar una peligrosa especulación de la actividad que creíamos superada.