Un estímulo para seguir construyendo un futuro estable

Julio Irazábal, editor de El Inmobiliario mes a mes
Julio Irazábal, editor de El Inmobiliario mes a mes

A pesar de la subida del valor de los inmuebles, el recalentamiento de los precios del suelo y de inversiones hipotéticamente poco verosímiles que estamos viendo últimamente, el mercado inmobiliario español cierra un año de intensa actividad, que supone el impulso definitivo que necesitaba para postularse nuevamente como uno de los motores más sólidos del relanzamiento de la economía española en los próximos ejercicios.

Para los directivos que han participado en la encuesta que tradicionalmente realiza la revista, 2017 ha sido el año de la consolidación de la recuperación económica del país, que ha permitido el regreso de la promoción residencial al rol protagonista que merecía el mercado español.

La estabilidad económica, el descenso de las tasas de desempleo y las condiciones favorables de la financiación han actuado como anclas del despegue de las ventas y ocupación que han registrado todos los segmentos inmobiliarios, además de asistir al lanzamiento de las nuevas inmobiliarias cotizadas que forman parte del exclusivo club de locomotoras del sector.

Agradeciendo el buen sabor de boca que nos deja, toca despedir 2017 y enfrentarse a un nuevo desafío lleno de retos y metas que alcanzar en 2018, en función del papel que desempeña cada agente. Implantar sistemas de edificación más eficiente de la mano de las nuevas tecnologías. Instaurar la seguridad jurídica que transmita la estabilidad y fiabilidad que necesitan los mercados. Buscar fórmulas de financiación alternativas o facilitar el acceso a la vivienda de los jóvenes, son algunas de las proclamas por las que vienen suspirando las asociaciones patronales de los promotores.

Para los comercializadores la principal amenaza proviene de la demografía. España envejece y no se renueva adecuadamente con savia nueva. En su opinión, 2018 será un buen año y los dos sucesivos también, a pesar del excesivo encarecimiento del mercado del suelo y de la posible subida de los tipos. Las firmas internacionales esperan del año nuevo un ejercicio muy similar al pasado, con una evolución ascendente de los volúmenes de inversión, producción y precios; además de estar atentos a las salidas a Bolsa y los posibles movimientos corporativos que se puedan dar entre las promotoras no cotizadas.

Por su parte, las consultoras inmobiliarias entienden que, una vez superada y consolidada la fase de recuperación económica, es el momento de abordar los imperativos de la inmediatez, personalización e integración de servicios que demandan los usuarios. El proceso pasa por saber aprovechar la innovación para seguir construyendo el inmobiliario del futuro y hacerlo a lo largo de todo el proceso.

Dejar que el desembarco continúo al que estamos asistiendo por parte de inversores latinos, americanos, asiáticos, del norte de Europa y la vuelta de los fondos alemanes se sustente en la simple razón de que nuestro mercado sigue siendo más barato que el británico, francés o alemán, no parece una estrategia inteligente. Lo suyo es empezar a aplicar algunas de las medidas que recomiendan los expertos para hacer de España un país atractivo para la inversión, haciendo reformas en materia urbanística, inmobiliaria, laboral, fiscal, mercantil, financiera y administrativa.

Como recomendable sería frenar la deriva separatista catalana, pero eso no está en nuestra mano. Si lo está, en cambio, agradecerles la atención que hemos recibido por parte de lectores y anunciantes durante este apasionante año que dejamos atrás y desearles a todos ustedes unas Felices Navidades y Próspero Año Nuevo.