Los expertos piden cordura ante la recuperación del mercado
La recuperación del sector inmobiliario en España es desde luego, más clara hoy que en 2014 y 2015, y eso es lo que reflejaron varios directivos en una jornada inmobiliaria, apoyados por datos como los de hipotecas, inversión o la incipiente construcción nueva. Pero la incertidumbre política, la crisis del petróleo, la ralentización económica global y el encarecimiento de los inmuebles, siguen pesando en el ánimo de los ejecutivos.
Durante el 2º Encuentro del Sector Inmobiliario celebrado en la escuela de negocios IESE y patrocinado por Tinsa y Aguirre Newman, Borja Goday, consejero delegado del fondo alemán Patrizia apuntó que sí hay un «interés potente en la compra de oficinas, retail, residencial y otros activos alternativos», como los hospitales. “Y hay interés de los bancos por financiar con condiciones interesantes”, añadió.
“Yo soy muy optimista respecto a España”, coincidió John Carrafiell, socio en Londres del fondo Green Oak. “Nuestro negocio aquí está creciendo”. Pero sí recordó que percibe con preocupación cómo la situación del precio del petróleo y la ralentización de la economía global afectará al país. “La desaceleración en China, Japón o Alemania impactará al resto”, reconoció.
Las inversiones se deben a la mejoría de la economía, tras los años de recesión, según Merlin Properties
Juan José Brugera, presidente de Colonial, apuntó en su intervención que hay varios interrogantes para el sector. El primero de ellos, la escasez de oferta de inmuebles de calidad. “Hay algunos nubarrones en el horizonte”, destacando la caída de la rentabilidad de las inversiones y una subida de los precios de los activos. “Los precios no se corresponden a la recuperación de la economía y las rentas” de los alquileres que se pagan por las oficinas, recordó.
El presidente ejecutivo de la tasadora Tinsa, Ignacio Martos, afirmó que estamos en una nueva normalidad en el sector inmobiliario. «El aumento de precios de 2015 ha sido consistente. Estamos ante un escenario en el que los precios de los activos están muy bien y lo más probable es que sigan subiendo», se atrevió a pronosticar. De cara al futuro próximo, Martos ha aconsejado «no jugársela demasiado» para «acertar con las decisiones» en un mercado que estará marcado por la cautela.
“El año 2015 hemos visto por fin asomar incrementos de precios. La especulación y los grandes movimientos de precio ya quedaron atrás. El mercado está con ganas y creemos que habrá oportunidades”, afirmó Martos, que ejerció de moderador en una sesión sobre la influencia de los nuevos hábitos de vida en el sector inmobiliario. Y coincidió con Santiago Aguirre en la potencialidad del mercado español.
Precisamente, el presidente de la consultora Aguirre Newman, fue el más optimista de los presentes, quien aseguró que el año 2016 seguirá habiendo una actividad extraordinaria en el sector debido al “gran interés por parte de los inversores”. “Estas reformas nos han dado una estabilidad y una confianza en los mercados que continuarán en los próximos años”, aunque Aguirre advirtió que espera que a partir de mitad de año el panorama en el sector sea “mucho más claro que ahora”.
Merlin, menos optimista
Pero fue el presidente y consejero delegado de la socimi Merlin Properties, Ismael Clemente, quien enfrió bastante los buenos deseos. Para el directivo, autor de las compras más sonadas en el sector en los dos últimos ejercicios, “las probabilidades de repetir en 2016 las buenas cifras de inversión en el mercado inmobiliario de los últimos años son bajas”.
La demanda real para los próximos 5 años será de 67.000 viviendas anuales, según Banco Santander
“Esperemos que nuestros líderes políticos tengan un ataque de cordura y se pongan de acuerdo entre ellos”, reclamaba en este foro Ismael Clemente. Alertó sobre cómo la incertidumbre puede afectar a la situación de la economía española. “Un factor preocupante es la apertura en el diferencial de la prima de riesgo”, ya que, recordó, ha aumentado casi cincuenta puntos básicos desde las elecciones del 20D, justo en el momento en que esta socimi refinanció su deuda de 1.700 millones de euros en unas condiciones más favorables.
“Las frivolidades se pagan en el mercado financiero”, aseguró, y puso como ejemplo Portugal, donde el bono a diez años ha pasado de 155 puntos básicos a rozar los 400. “Si tuviésemos una gobernanza razonable del país, estaríamos en el G8”, apuntó sobre España. “Tenemos el riesgo real de fastidiarlo todo”, añadió.
De hecho, recordó que muchas compañías están esperando que se calme la situación para expandirse. “Las empresas no pueden esperar más. Han esperado a las elecciones municipales, a las catalanas, a las generales, a la formación de Gobierno”. Ismael Clemente percibe que la situación puede mejorar: “Parece que hay un poquito de esperanza con los acontecimientos más recientes en materia política”.
Respecto a cómo se comportará el sector este año, el directivo advirtió que las inversiones de los últimos años se deben a la mejoría de la situación económica, tras los años de recesión, y apuntó que “lo que vemos en el mercado es bueno”, pero sería necesaria una “buena gobernanza del país” para confirmar la tendencia de recuperación del sector inmobiliario.

Clemente evaluó el “ligerísimo descenso” en la demanda de oficinas, y explicó que las empresas cuentan con que “parte de su población es flotante”, lo que genera situaciones de “overbooking”. “Hay empresas con 1.400 empleados que están buscando espacios para 1.000”, dijo.
La banca sí coopera
Y siguiendo en la banda alta de los optimistas, Juan Velayos, de Neinor Homes, afirmó con rotundidad que “la banca se pelea por financiarnos”, apostando porque el modelo que debe prosperar es uno en el que convivan la financiación y el capital propio en todos los proyectos. Además aseguró que aunque el discurso oficial es distinto, lo cierto es que ya empieza a financiarse el suelo, pero en proyectos muy concretos.
En este sentido, Luis Martínez Muñoz, director de Negocio Inmobiliario y Promotor del Santander, aseguró en su discurso que en su caso exigen que el suelo sea propiedad de la compañía. “En las grandes crisis ha habido un componente inmobiliario muy importante” y por eso ahora andan con pies de plomo, “analizamos proyecto a proyecto, nos fijamos en el activo y en la ubicación”. Y también enfrió las expectativas al sentenciar en el encuentro que la demanda real para los próximos cinco años será de 67.000 viviendas anuales.