La inseguridad jurídica aleja el dinero de Cataluña

Haya o no haya finalmente un proceso independentista unilateral, lo cierto es que las semillas del desconcierto y del miedo ya se han sembrado y el dinero, ante ello, es miedoso. A las retiradas de sedes sociales de varias empresas y bancos, entre ellas la de la inmobiliaria Colonial, se suman los vetos de fondos y grupos de inversión, tanto nacionales como internacionales, a seguir invirtiendo en Cataluña.

La fractura social es ya un hecho, tanto entre los propios catalanes, como de la Comunidad con el resto de España. El diario El País ha desvelado la existencia de un informe intervenido por la Guardia Civil a Josep María Jové. Es la hoja de ruta del independentismo catalán, que pasa por la declaración unilateral de independencia y la creación de un nuevo Estado en dos etapas de gobierno, (Enfo CATs Reenfocant el procés d´independencia per un resultat exitós), y en el que se explica cómo diseñar acciones que conduzcan “a un conflicto democrático de amplio apoyo ciudadano, orientado a generar inestabilidad política y económica que fuerce al Estado a aceptar la negociación de la separación o un referéndum forzado”.

Y la confianza, como dice el refrán, es lo primero que se pierde y lo último que se recupera. Aunque las empresas dieran marcha atrás y resituaran otra vez sus sedes sociales en territorio catalán, va a ser difícil que un inversor nacional, y mucho menos el internacional, vuelva a incluir en sus carteras Cataluña como objetivo inversor.

La inseguridad jurídica que ha generado el proceso independentista marca un antes y un después en la economía de Cataluña

Pero el motivo no es que haya independencia de facto o no, es que la inseguridad jurídica que se ha generado marca un antes y un después en la economía autonómica. Y desde luego, amenazas como la del sector más extremo del Gobierno, la CUP, de establecer un corralito para evitar la huida de capitales, no ayuda.

En este éxodo catalán de empresas, la decisión de Colonial, tomada en consejo extraordinario, de trasladar la sede social de Barcelona a Madrid, es un paso más del rechazo de empresarios e inversores a esta situación. «El Consejo de Administración de la Sociedad ha acordado por unanimidad trasladar el domicilio social a Madrid, Paseo de la Castellana nº 52», ha señalado la socimi, que regresó al IBEX 35 recientemente, en un comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Hasta ahora, su domicilio social estaba en la Avenida Diagonal, 532, en Barcelona.

Hacía menos de quince días, la agencia de calificación de riesgos Moody’s emitió un informe en el que alertaba de que la «creciente tensión política» en Cataluña era negativa tanto para Colonial como para Merlin. Colonial está presidida por el presidente del Círculo de Economía, Juan José Brugera. La inmobliaria cuenta con 63 inmuebles en los centros de negocios de París, Madrid y Barcelona con un valor de mercado de unos 8.500 millones de euros. 42 de estos inmuebles están en España, 23 en Madrid y 19 en Barcelona.

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