El efecto Brexit sí preocupa al negocio de la costa

El Brexit ya es una realidad, como también lo es el riesgo al que está siendo sometido el mercado de segunda residencia. Tanto los británicos residentes y propietarios, como los potenciales compradores se han instalado en la parálisis inversora, cuando no en la venta, para hacer caja ante la posible vuelta.

Según el último informe del Colegio de Registradores, correspondiente al cuarto trimestre de 2016, los británicos se mantuvieron como el colectivo de extranjeros que más viviendas adquirió en España, acaparando el 16,40% de las 12.700 compraventas por parte de extranjeros que se realizaron en dicho periodo.

Sin embargo, la evolución de las transacciones da una señal de alarma debido a que la demanda británica camina claramente a la baja como demuestran los cuatro trimestres consecutivos de caída que se registraron durante el ejercicio pasado desde el 23,95% del cuarto trimestre de 2015, es decir 7,5 puntos menos. Desde el colegio precisan que el único motivo aparentemente claro es la devaluación de la libra con relación al euro, aunque pueden existir otros tales como la incertidumbre actual sobre el futuro de la asistencia sanitaria en España tras el Brexit.

Lo que sí está claro es que la razón principal es el tipo de cambio de la libra esterlina frente al euro, ya que la debilidad de la libra ha hecho que sea mucho más caro para los compradores británicos adquirir una propiedad en España. Además, la incertidumbre que rodea a la posible libertad de circulación de los ciudadanos británicos en Europa tras el Brexit está provocando que algunos potenciales compradores británicos se echen atrás en su decisión de compra en España ante la posibilidad de que el tiempo que permanezcan en el país pueda ser limitado.

En este contexto, el Brexit incrementa la sensación de inseguridad de los británicos por la posible pérdida de valor patrimonial. De hecho, la libra británica se ha devaluado en torno a un 17% frente al dólar y un 11% frente al euro desde la víspera del referéndum del 23 de junio de 2016, por lo que existe un número notable de británicos residentes en España que acude a despachos de abogados españoles como Pelegrí Abogados, “para la protección de su patrimonio inmobiliario”, explican.

¿Dónde se refleja? El mayor impacto lo ha sufrido en el mercado de la Costa del Sol, donde antes del Brexit los británicos eran la nacionalidad de compradores más fuerte, aunque también se aprecia en la Costa Blanca, Islas Canarias, la Costa Brava y Baleares.

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