¿Afectará el Brexit al sector inmobiliario?
España es sólo el sexto país de la UE más afectado por la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, el Brexit, según un estudio de la agencia S&P, que señala que aunque la relación económica con Gran Bretaña supone sólo el 2,7% del PIB español, su salida de la UE golpeará a los dos sectores que tiran de la recuperación económica, el turismo y el inmobiliario, que tienen en los británicos su mayor cliente.
Cada año llegan a España 15 millones de turistas británicos, que gastan 14.000 millones de euros. Es absurdo obviar que incluso si no vienen menos, una devaluación de la libra del 14%, como la que ha sufrido desde diciembre del año pasado, reducirá previsiblemente su gasto en un porcentaje similar. Esto tiene un efecto especialmente importante en las zonas con alta concentración de turistas británicos, como la Costa del Sol, la Costa Blanca y las islas.
Hay 760.000 británicos que tienen su segunda residencia en España, y cerca de 319.000 de ellos son residentes permanentes
“Es una situación ligeramente negativa, pero no catastrófica” señala el presidente de la Federación Española de Hostelería y Restauración (FEHR), José María Rubio, que considera que el mayor impacto a corto plazo vendrá por la depreciación de la libra. Rubio recuerda que los británicos veranean y compran viviendas en España desde antes de que naciese la UE, por lo que asumirán de manera “ordenada y tranquila” esta decisión. La patronal de las líneas aéreas, la Iata, estima que el número de viajeros británicos caerá entre un 3% y un 5% hasta el 2020, por la libra y el empeoramiento de su economía.
Hay 760.000 británicos que tienen su segunda residencia en España, y cerca de 319.000 de ellos son residentes permanentes, principalmente jubilados que viven de una pensión que cobran en libras y que son usuarios intensivos de la Sanidad pública, a la que tienen derecho como ciudadanos comunitarios. Su futuro depende de que las negociaciones con la UE, o las bilaterales que pueda emprender España, les mantengan la cobertura sanitaria.
Y la incertidumbre sobre ese estatus futuro frenará previsiblemente las compras de segundas residencias en España. Los británicos son, de nuevo, los primeros compradores de vivienda de costa: compraron 15.700 el año pasado. La caída de esta demanda debería frenar los precios en esas zonas, donde además se están volviendo a empezar nuevas promociones. A corto plazo, sin embargo, la caída británica puede verse compensada por las compras como inversión de los españoles, señaló Miquel Laborde, socio de la consultora Laborde Marcet, en la presentación del estudio “El desplome en bolsa refuerza la idea de que el inmobiliario es la inversión más segura y rentable del momento”.
Costa del Sol
Hay que recordar que en 2015, el 40% de las más de 25.700 viviendas vendidas en Málaga fueron adquiridas por extranjeros, según los datos del Ministerio de Fomento. Y la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP) estima que una de cada cinco viviendas que son compradas por extranjeros tuvieron como adquiriente a los británicos. El temor ahora es que la devaluación de la libra y las dudas acerca de la condición que estos ciudadanos vayan a tener en los países de la UE puedan enfriar sus inversiones en destinos como la Costa del Sol. En 2014, el valor medio de las viviendas adquiridas en Málaga por los británicos fue de casi 226.000 euros, con una superficie tipo de 145 m2.
La secretaria general de la ACP, Violeta Aragón, ha reconocido la «incertidumbre» que se abre en el sector en torno al comprador británico, a la espera de comprobar cómo evoluciona la libra. «Eso será determinante porque una devaluación limitaría la capacidad de compra de los británicos. Nos preocupa más eso que el tema de los trámites y permisos que necesiten en caso de ser extracomunitarios, porque hay casos como el de los rusos, que también son de fuera de la UE y eso no impide que compren muchas viviendas en Málaga», ha apuntado.
Aragón tampoco cree que el Brexit implique que los potenciales compradores británicos cambien la Costa del Sol por otros destinos. «Si buscan un entorno mediterráneo tendrían los mismos problemas en el resto de países europeos», ha explicado. Lo que sí preocupa más a la ACP es que los británicos con viviendas en Málaga se vieran forzados a venderlas por un deterioro de su economía, ya que eso impulsaría el mercado de segunda mano pero taponaría la salida de vivienda nueva, en un momento en que la promoción empieza a desperezarse tras años de crisis.